miércoles, 30 de diciembre de 2009

Para F.G.B...

ESTOY EN EL PATIO TRASERO,
ENSIMISMÁNDOME ENTRE LAS RAMAS
DE TRES ÁRBOLES QUE ME ARRULLAN
Y REFRESCAN MI PIEL DE ESTE SOL DE VERANO
QUE NO ES NUEVO Y CADA VEZ CALIENTA MÁS.
ESTOY CASI ESPERANDO LA HORA DEL TÉ
COMO SI FUERAS A OCUPAR LA SILLA
QUE ESTARÁ FRENTE A MÍ.
MAS SIN OLVIDAR QUE, EL AGUA
QUE ESTÉ EN TU TAZA, HIRVIENDO HASTA LLEGAR AL BORDE
NO VA A TEÑIRSE CON ESA BOLSITA PEQUEÑA.
EL AZÚCAR NO AUMENTARÁ EL VOLUMEN
NI OCUPARÁ ESPACIOS MIENTRAS SE SOLVE.
NO JUGARÁS HACIENDO MÚSICA CON LA CUCHARA
NI TE VERÉ SONREÍR;
NO POR AHORA, NO EN ESTOS DÍAS, NI EN ESTE MES.
PERO VENDRÁS;
TRAERÁS CONTIGO EL AIRE DE OTRO LUGAR
Y ALGO MÁS QUE ESE AIRE...
VENDRÁS Y EN ESTE PATIO
COMO EN LOS ÚLTIMOS DÍAS
EN QUE ESTUVISTE EN ESTE LUGAR
ME CONTARÁS DE LAS COSAS NUEVAS
QUE NO ESPERABAS VIVIR,
Y SONREIREMOS, COMO ANTES,
TEÑIDOS DE UNA PROFUNDA FELICIDAD,
DE ALGÚN TÍMIDO SENTIMIENTO DE FELICIDAD
QUE DESPUÉS DE TANTO YA NO EVITAREMOS
EXPRESAR,
PORQUE EL TIEMPO HA PASADO
Y CON EL CADA UNO, DESDE SU SITIO
ENCONTRÓ NUEVAS FORMAS,
SIN DEJAR DE EXTRAÑAR LAS ANTIGUAS...
UNA SONRISA Y UNA MIRADA,
CON LAS QUE BASTA, O PAREZCA SER SUFICIENTE
ALREDEDOR DE ESTA TIMIDEZ
QUE SE VUELVE INÚTIL Y MISERABLE
CUANDO LA DISTANCIA PRESENCIA
TODOS LOS DÍAS QUE PASAN.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Para D. G. B:


Hoy te veo así,
con una sonrisa audible
y un par de ojos rebosantes de
algún tipo de felicidad,
de esa que trae lo desconocido
y esconde la incertidumbre
dentro de la jaula de costillas
que hoy resuena diferente.
Te encuentro así,
quitando el barro de los zapatos
de lluvias y polvo de ayer;
sacudiendo la esterilla de tu puerta
ahora que el día es más largo
y ese sol que siempre estuvo
tras las nubes negras y densas
hoy lo ves y lo sientes en el rostro,
ese que ves frente al espejo
y puedes mirar cuanto tiempo quieras.
Estás así,
con árboles aún desnudos de este invierno
que se marchó a otra parte,
y consciente de que llega la primavera
que ya ha florecido entre tus letras
y seguramente cubra tus ramas
de hojas muy verdes
que serán la sombra que te refresque
y solamente te refresque.
Hoy te veo así,
vivo y despierto nuevamente
como si hubieras despertado de un sueño
en el que no hubo cielo azul
aunque hubo cielo y estrellas.
Te encuentro así,
tan tú otra vez...
entre canciones que son de todos nosotros
y ruedas en el asfalto jadeantes de rodar,
otra vez, jugando a manchar el papel
que desde hace tiempo es tu insignia
porque sabes hacerlo así... increíble...